El aroma de la trufa es el mecanismo que ésta emplea para captar la atención de diversos animales. Con ello, consigue la diseminación de sus esporas. Aunque este olor no es perceptible por el buscador cuando la trufa se encuentra bajo tierra, si lo es para los perros truferos. Son ellos los encargados de determinar la posición exacta en la que se encuentra y es el buscador, acompañado de su zurrón y machete, el que realiza la extracción.